Ceremonia accidentada
Actualmente, ya no es necesario que un sacerdote oficie la ceremonia. Ahora cualquier persona puede ordenarse como ministro. Esta pareja tenía la jueza perfecta para la ocasión, pero de un momento a otro, todo se complicó.
En el medio de la ceremonia, esta ministra tuvo la necesidad de vomitar y no logró contenerse. Quizás ella bebió demasiado previo a la ceremonia o comió algo que le cayó mal. Cualquiera sea la razón, ella vivirá con la culpa de haberles arruinado ese momento tan especial. Ojalá el resto de la boda haya sido más placentero.