Esta calabaza es muy dulce
Si al ver esta calabaza sientes ganas de comerla te sorprenderás increíblemente pues no es una calabaza de verdad. Si tomas un cuchillo y la cortas, en lugar de semillas de calabaza y relleno, descubrirás un delicioso y esponjoso trozo de pastel. Su diseño es tan perfecto que engaña a simple vista.
¡Qué idea tan ingeniosa! La única complicación en la preparación de este pastel es conseguir un molde para darle la forma de calabaza. Una vez superado este paso, puedes hornearlo fácilmente en cualquier momento para disfrutar de un manjar que combina la apariencia de una calabaza con el placer de un pastel.