El peor asiento del lugar
Los soldados se someten a los entrenamientos más rigurosos, los cuales están principalmente orientados a instalar un sentido de disciplina en el resto. Afortunadamente, entre los interminables ejercicios, siempre existen momentos para tomar un respiro. El problema es cuando a alguien le toca el peor lugar para sentarse.
Al momento de ubicarse, este chico jamás pensó que el aspersor iba a saltar. Él tuvo que permanecer sentado ya que, por lo que vemos, el sargento instructor y el resto de las personas no parecieron simpatizar con su inconveniente.