Un salto inesperado
Estas porristas están en el medio de la rutina en la que una de ellas está arriba del resto con los brazos abiertos y sus piernas apoyadas en sus cabezas, hombros o manos. Pero de pronto, quedó con un pie en el aire y no hay nadie que pueda sostenerlo. Es más, las compañeras ven que empieza a tambalearse y no saben cómo ayudarla. Las que están atrás tratan de agarrarla por si cae para ese lado, pero parecería que no, por la cara de susto que ponen las que están delante suyo. Está perdiendo el equilibrio y la caída es inminente. Esperemos que el golpe no sea muy fuerte.